jueves, 5 de mayo de 2011

A ver, a ver...

Bueno, como esta es mi primer entrada en mi nuevo espacio y tengo mucho miedo que me pase eso del "síndrome de la hoja en blanco", me apuro y les cuento... 
Resulta que la necesidad de crear este blog surge a raíz de varias inquietudes que se me fueron presentando desde agosto del 2010 hasta hoy. ¿Por qué agosto? Bueno, para empezar me quedé sin trabajo ese mes, después de diez años y fue un sacudón más que importante en mi vida. Sin trabajo y sin título universitario, me decidí a encarar la situación como venga. Por supuesto que fue duro, fue decepcionante y fue aterrador pensar que a los 31 añitos y sin un papeluchi en la mano que certifique que te recibiste de algo sos NADIE. Durante los dos últimos años de trabajo me había transformado en una workaholic, ya que estaba a cargo de TODO. Y como suele suceder no le di bola al resto de mi vida que también necesitaba atención full-time. A saber: soy soltera, muchas veces con apuro, pero con actitud de soldado de la RDA cuidando el muro emocional que tanto me costó levantar... No vaya a ser que alquien se atreva a traspasar y trate de cambiar toooodo eso a lo cual me aferré para seguir, al final de cuentas, SOLAAA!!!
Como seres humanos que somos, indefectiblemente nos comparamos entre nosotros, no? Y bueno, haciendo cuentas creemos que algunas veces ganamos y otras perdemos. Por ejemplo, tengo la mega suerte de tener muchas amigas, maravillosas todas. Algunas viven lejos, otras cerquita, pero siempre incondicionales. Exceptuando algunas muy pocas, la mayoría está casada y con hijos.
Entonces me pregunté: ¿Por qué será que habemos mujeres que sentimos esa maldita presión treintañera de TENER QUE QUERER? Tener que querer ser madres, de tener que querer casarse, y un millón de "teneres" más. Porque yo no estoy muy segura si quiero o no quiero, y si encima me atengo a eso del "relojito biológico"... Mmmmm... Pronto voy a estar en el horrrno!!!
Así que me decidí a exponer tooodas estas inquietudes en un blog. No sé si hago bien o mal pero, como casi adicta a la lectura de blogs, no podía dejar de intentarlo al menos...

Ana...